¿En qué invertir en tiempos de incertidumbre financiera?
El 2020 no ha sido —ni será— un año fácil para la economía mundial, menos aún para Chile. Evidentemente, esto a causa de las protestas asociadas al estallido social de octubre de 2019, el menor crecimiento mundial por el coronavirus y el alto precio del dólar. Este cóctel hace que expertos concluyan que la crisis económica ya está instalada.
Ya terminó el primer trimestre del año y la incertidumbre financiera se acentúa. Algunos inversionistas de altos capitales han optado por refugiarse en dólares, razón, entre muchas otras, por la que el precio de la moneda americana ha pasado la barrera de los $830, valor que hace un tiempo era impensable, por lo que es impredecible saber qué pasará con el tipo de cambio en los próximos meses debido a todas las variables que lo pueden influir.
Los números hablan por sí solos. Al cierre del 2019, la rentabilidad del SP Ipsa fue de -7,92%, y si consideramos los últimos 12 meses, el resultado es aún peor, llegando a -27,6%, resultados similares han tenido los fondos mutuos accionarios. Un resultado negativo que siguió la tónica de años anteriores donde si bien la bolsa alcanzaba resultados atractivos en algunas ocasiones, siempre terminaba decepcionando.
“Invertir en la bolsa o en fondos accionarios es muy riesgoso. Existe una alta probabilidad de que los inversionistas pierdan parte de su dinero, si no cuentan con amplios conocimientos y no tienen tiempo para dedicarse a monitorear los distintos títulos. Asimismo, casi todos los años suceden acontecimientos inesperados que cambian las posibles predicciones”, explica un especialista en inversiones.
Otras opciones que la manada no ve
Frente a este escenario aparecen otros instrumentos de inversión de alta plusvalía, especialmente en los bienes raíces, terrenos y naturaleza, con retornos a mediano y largo plazo, con excelentes rentabilidades, que brindan garantías y mínimos riesgos.
La inversión en naturaleza tiene una lógica económica: mantener su capacidad, la sustentabilidad y contribuir para mitigar los efectos negativos del cambio climático. La inversión en tierra con fines de conservación es mucho más rentable porque cumple una función preventiva y porque es más económica que sustituir los servicios perdidos por soluciones tecnológicas humanas que son mucho más costosas.
Invertir en estos terrenos, reservas naturales, o extensiones de territorio de invaluable riqueza en recursos brinda retornos muy atractivos que benefician a todos: privados, comunidades, empresas y gobiernos. Son modelos que funcionan tan bien o incluso mejor que otros instrumentos financieros o vehículos de inversión, como la infraestructura tradicional. Además, cuestan menos.
Al invertir en territorios o destinos con miras a conservación, además, se cumplen dos propósitos: los retornos están garantizados, dado que la naturaleza no se deprecia y porque aporta altos niveles de rentabilidad; y adicionalmente, ofrece importantes beneficios colaterales que son gratuitos, como hábitat para plantas y animales, espacios verdes en áreas especiales y oportunidades de recreación y turismo.
El modelo más idóneo es aquel que considera un enfoque integrado que incluye la gestión del suelo y una minuciosa planificación. Todos los usuarios del suelo y los encargados de formular políticas deben aspirar a la integralidad del destino de la tierra.
Oportunidades al sur de Chile
La inversión en naturaleza con fines de conservación crece en Chile como una alternativa que busca mitigar los efectos del cambio climático. Firmas de bienes raíces como Activo Austral apuntan a incrementar la cantidad de hectáreas en manos de privados interesados en la conservación de territorios ricos en recursos, con acceso a aguas, bosques nativos, fauna y biodiversidad.
Estos instrumentos tienen enormes tasas de revalorización y son particularmente mucho más económicos que la infraestructura gris, departamentos o edificios. Otra ventaja es que cualquiera con ahorros puede invertir porque no necesitan tramitación de crédito hipotecario y se ofrecen alternativas de financiamiento que van hasta el 80% del valor de los lotes.
Este modelo además brinda oportunidades únicas a quienes buscan opciones de inversión menos convencionales o de menor demanda, que les permite diferenciarse del mercado de renta inmobiliaria, al tiempo que se aseguran la titularidad de un bien raíz que reportará grandes utilidades a mediano y largo plazo e ingresos garantizados para la jubilación.