La mejor oportunidad: Invertir en naturaleza
Tras 24 años en Goldman Sachs, Mark Tercek emprendió el desafío de promover e impulsar la inversión en el medioambiente, como una de las más importantes alternativas para incrementar y canalizar mayor cantidad de recursos hacia la conservación y protección de la naturaleza. La idea de Tercek parte también de democratizar un poco las inversiones en infraestructura verde, que generalmente han sido acaparadas por filantropía y gobiernos.
Desde entonces, el liderazgo de Tercek ha estado a la cabeza de Nature Conservancy, es la organización no gubernamental más grande en el mundo, responsable de proteger más de 48 millones de hectáreas —más de la mitad del territorio de Chile continental— repartidos en 35 países alrededor del mundo. Su trabajo ha sido destacado en perfiles en The New Yorker, Bloomberg Business Week, The Wall Street Journal y The Atlantic, entre otras publicaciones que lo han convertido en una referencia de la conservación.
Enfrentados con la realidad de que el impacto de la actividad humana siempre va a un ritmo más rápido que el de aquellas iniciativas que buscan proteger y conservar el medioambiente, pensó que había que acelerar la incorporación de nuevos actores y rescatar el valor de los recursos como un potencial que es rentable y cuya conservación además garantiza la sustentabilidad y bienestar de futuras generaciones.
“Como un ex banquero y asesor de inversiones, no podía evitarlo, pensaba una y otra vez sobre si habían otras fuentes de capital al que pudiésemos recurrir para continuar el trabajo y que el capital no se agotara”, cuenta Tercek en una columna en Forbes y quien es además autor del libro La Fortuna de la Naturaleza: Como los negocios y la sociedad prosperan al invertir en la naturaleza.
Cómo proteger tierras y aguas
The Nature Conservancy promueve modelos de inversión enfocados en contrarrestar el cambio climático, proteger grandes extensiones de tierras y cuerpos de agua en riesgo de ser explotados, el impulso a métodos de sustentabilidad de producción y consumo de alimentos y agua, y la adaptación de ciudades para hacerlas más saludables y amigables con el medioambiente.
Estas soluciones pueden constituirse en inversiones altamente rentables, que funcionan tan bien —o incluso mejor— que otros vehículos de inversión o productos financieros porque con frecuencia cuestan mucho menos y además entregan enormes beneficios. Además, enseñan cómo pueden las inversiones alcanzar enormes retornos, al tiempo que contribuyen a hacer del mundo un mejor lugar.
La experiencia en Chile
El crecimiento de inversiones en infraestructura verde en Chile es hasta ahora impulsado por empresas como Activo Austral, que promueven modelos de inversión sustentados en la compra de extensiones de terrenos en el sur del país que cuentan con riqueza invaluable, al encontrarse en áreas en la Patagonia, algunas de naturaleza virgen con acceso a fuentes agua, bosques siempre verdes, fauna y flora diversa y recursos naturales. Estos activos ofrecen altos niveles de plusvalía, llegando a incluso a triplicar su valor en períodos de seis meses al año, mientras que garantizan la protección de enormes extensiones de tierra, permitiendo la sustentabilidad de los recursos, el turismo ecológico, la conservación del medioambiente.