Nuevos hábitos de compra de viviendas: en la periferia con jardín

El teletrabajo masivo, que se está implantando en brevísimo plazo como consecuencia de la pandemia, va a ser un motor de muchas transformaciones en el modo de vida de las personas. Esto abrirá paso a cambios de hábitos en la compra de viviendas.

“Debido a la crisis sanitaria, la población se ha visto obligada a desarrollar su vida laboral al interior de sus hogares. Esto ha ocasionado ciertos cuestionamientos con respecto a la calidad espacial de los inmuebles, principalmente en cuanto a la respuesta del mercado inmobiliario frente a lo preparadas que estarían las viviendas para enfrentar este tipo de crisis”, dice Carla Tapia, gerente de Estudios de Montalva Quindos Servicios Inmobiliarios.

Reinaldo Gleisner, consultor de una firma de bienes raíces, afirma que esta nueva realidad también tendrá un impacto en el mercado de vivienda. “Al abrirse la posibilidad para muchas personas de trabajar de manera permanente desde su casa, lo que implica no enfrentarse a la congestión vehicular ni incurrir en gastos diarios de traslado como bencina y peajes, un alto porcentaje de profesionales optará por vivir en comunas periféricas que dan la posibilidad de acceder a un mayor espacio y contacto con la naturaleza, como Colina, Lo Barnechea, Peñalolén, Buin y otros sectores incluso más alejados que actualmente poseen una buena oferta de casas a precios más accesibles que comunas céntricas”, explica.

Actualmente, dada la escasez de terrenos existentes en la Región Metropolitana, la única opción para quienes deseen vivir en casa es irse a comunas periféricas, por lo que el experto estima que en el mediano a largo plazo los mercados inmobiliarios de esas comunas se potenciarán.

Asimismo, para quienes opten por quedarse en comunas céntricas, se prevé que las inmobiliarias comenzarán a ofrecer opciones mejor pensadas para el teletrabajo, tal como escritorios empotrados, ubicados de manera estratégica para dar independencia para trabajar, aunque se cuente con un espacio reducido, y terrazas más amplias que brinden la posibilidad de dispersarse sin tener que salir necesariamente del departamento.

“La distribución interior de una vivienda pasará a ser un factor determinante en la elección de compra o arriendo. Los espacios integrados, los home office y las terrazas con mayores dimensiones serán características considerables para un determinado grupo objetivo”, complementa Carla Tapia, quien agrega: “Considerando que las familias pasarán gran parte de su tiempo al interior de las viviendas, la demanda por espacios que satisfagan esta necesidad tendrá un impacto relevante en el sector inmobiliario, ya que se prevé que las personas optarán por inmuebles que ofrezcan calidad de vida a sus habitantes”.

Fuente: Diario Financiero